30 de abril de 2025
Cerebro

Un equipo de científicos argentinos identificó proteínas clave que podrían revolucionar el diagnóstico y tratamiento de las variantes progresivas de la esclerosis múltiple (EM), según un estudio publicado en Frontiers in Immunology. Estas formas de EM —primaria progresiva y secundaria progresiva— afectan con mayor severidad la corteza cerebral, generando mayor discapacidad física y cognitiva que la forma recurrente-remitente.

🔬 Un modelo argentino que marca la diferencia

El hallazgo fue liderado por Carina Ferrari y Berenice Silva, del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-FIL) y la Fundación Instituto Leloir (FIL), dentro del equipo de Fernando Pitossi.

Gracias a un modelo animal innovador desarrollado en 2018, que simula fielmente la neurodegeneración cortical, el equipo logró identificar proteínas involucradas en la inflamación, desmielinización y deterioro neurológico.

“En 2018 dimos a conocer un nuevo modelo animal de EM que refleja características clínicas y radiológicas de las formas más discapacitantes de la enfermedad”, explicó Silva.

🧪 Descubrimiento de nuevas proteínas cerebrales

El estudio reveló un total de:

  • 16 proteínas nuevas en la corteza cerebral
  • 7 proteínas en el líquido cefalorraquídeo

Entre ellas destacan orosomucoide-1 y S100A8, altamente elevadas en ambos tejidos, lo que las posiciona como posibles biomarcadores para diagnóstico temprano o blancos terapéuticos en variantes progresivas.

«Estas proteínas nos entusiasman especialmente por su presencia consistente en ambas muestras», detalló Ferrari.

🧠 Un modelo único en el mundo

El modelo argentino es uno de solo tres en el mundo que permite estudiar lesiones corticales en EM, y el único que mantiene la lesión durante más de 60 días, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para investigar la progresión crónica de la enfermedad.

🌍 Esclerosis múltiple: un desafío global

La esclerosis múltiple afecta a más de 3 millones de personas en el mundo, incluyendo más de 15 mil casos en Argentina. Aunque los tratamientos actuales permiten controlar la progresión en las formas más comunes, las variantes progresivas aún representan un desafío clínico.

Instituciones como el Hospital Houston Methodist han reconocido que, aunque no existe cura, los avances científicos y terapéuticos han mejorado notablemente la calidad de vida de los pacientes.