El Gobierno de Colombia suspendió el envío de información de inteligencia a agencias de seguridad de Estados Unidos, como reacción a los ataques contra embarcaciones en el mar Caribe. La decisión fue comunicada el 11 de noviembre por el presidente Gustavo Petro, a través de un mensaje publicado en la red social X.
«Se da orden a todos los niveles de la inteligencia de la fuerza pública suspender envío de comunicaciones y otros tratos con agencias de seguridad estadounidenses«, escribió el mandatario. La medida marca un punto de inflexión en la histórica cooperación bilateral en materia de seguridad.
Desde Bogotá, Petro señaló: «la lucha contra las drogas debe subordinarse a los derechos humanos del pueblo caribeño«, en alusión a las acciones militares recientes atribuidas a Estados Unidos. Agregó que la suspensión del intercambio se mantendrá «mientras se mantenga el ataque con misiles a lanchas en el Caribe».
La tensión se incrementó con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el más poderoso del mundo, a aguas del Caribe. En paralelo, Venezuela movilizó unos 200.000 efectivos militares y aprobó una nueva legislación de defensa nacional para hacer frente a lo que denominó «amenazas» externas.
Desde septiembre se registraron decenas de ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, con un saldo superior a setenta fallecidos. En ese contexto, el presidente Petro elevó su tono contra Washington, acusando a ese país de cometer «asesinatos» y «crímenes de guerra» en el contexto de su ofensiva antidrogas.
Estados Unidos, por su parte, vinculó a los gobiernos de Colombia y Venezuela con redes de narcotráfico. La disputa deterioró los canales diplomáticos, al tiempo que incrementa la incertidumbre sobre el futuro de la cooperación regional en seguridad.
La postura de Colombia se suma a una decisión reciente del Reino Unido, reportada por CNN, que también suspendió el envío de inteligencia a Estados Unidos. Según el medio, esta decisión busca evitar que el Reino Unido sea cómplice de acciones militares consideradas ilegales por su gobierno.
Durante años, el Reino Unido brindó apoyo a operaciones de interdicción marítima en el Caribe mediante la localización de embarcaciones sospechosas de transportar drogas. Esta asistencia permitía que la Guardia Costera de Estados Unidos interceptara las embarcaciones, detuviera a las tripulaciones y confiscara la carga ilícita, de acuerdo con fuentes citadas por CNN.
Con esta medida, Londres rompe con una colaboración estrecha y prolongada con Washington en materia de inteligencia. Tanto Colombia como el Reino Unido cuestionan ahora los métodos utilizados en operaciones antidrogas, representando un giro relevante en el enfoque internacional contra el narcotráfico en el Caribe.