23 de junio de 2025
MEXICO-CRIME-DRUGS-ANIMALS

A truck is loaded with a cage containing an elephant to be relocated to a ranch on the coast from Culiacan, Sinaloa state, Mexico on May 20, 2025. About 700 animals -- from elephants and crocodiles, to lions and tigers -- have been moved from a sanctuary in northwest Mexico to a ranch on the coast due to threats and violence from criminal gangs, refuge administrators said. (Photo by Ivan MEDINA / AFP)

Elefantes, leones y tigres de Bengala. Ni los animales más imponentes están a salvo de la violencia provocada por el narcotráfico en Sinaloa, México. En un suceso que ha conmocionado a la opinión pública, más de 700 animales fueron evacuados de un santuario ubicado cerca de Culiacán, debido al incremento de la criminalidad en la zona.

La inédita reubicación fue motivada por el miedo. Desde septiembre, una violenta disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa ha generado un clima de inseguridad extrema. La situación llegó a tal punto que los encargados del santuario Ostok se vieron obligados a cerrar sus puertas y trasladar a sus animales para garantizar su seguridad.

«Esta caravana de animales es una especie de Arca de Noé en pleno siglo XXI. Pero esta vez, los animales no huyen de un diluvio, sino de la inseguridad, el miedo y la zozobra», declaró Ernesto Zazueta, director del santuario Ostok.

El destino final fue el Bioparque El Encanto, ubicado en Mazatlán, uno de los principales destinos turísticos del Pacífico mexicano. Allí, los animales podrán vivir en un entorno más seguro y con mejores condiciones.

Viaje de 220 kilómetros por la vida

Para lograr el traslado, el equipo de Ostok trabajó con extrema precaución. Leones, tigres y otros depredadores fueron sedados antes de ser colocados en jaulas especiales. En el caso de los elefantes, se requirieron contenedores de gran tamaño y una grúa para montarlos en los tráileres que recorrieron 220 kilómetros de carretera.

Durante meses, el personal del santuario enfrentó amenazas, extorsiones, robos y constantes bloqueos armados. Alimentar a los animales se volvió una tarea de alto riesgo, ya que los caminos estaban cerrados por la violencia, o los proveedores no podían entregar los insumos.

«Los animales se empezaron a ver afectados de salud porque no podíamos llegar con alimento», explicó Zazueta. Las fieras requieren una tonelada de carne cada tres días y cerca de 350 kilos de alfalfa y forraje, una logística difícil de sostener bajo el asedio del crimen organizado.

Narcotraficantes y animales exóticos: un símbolo de poder

Desde que inició el conflicto, las autoridades han incautado al menos 14 felinos exóticos que presuntamente eran propiedad de narcotraficantes. Tener animales salvajes como mascotas se ha convertido en una forma de demostrar estatus y poder entre los líderes criminales.

Algunos de estos animales fueron enviados temporalmente al santuario Ostok, aunque no pudieron ser trasladados a Mazatlán debido a que aún están bajo procesos legales con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En otro caso reciente, la Profepa incautó 119 animales del zoológico de Culiacán por falta de condiciones adecuadas o documentación. Durante la inspección, un león africano con cáncer murió, evidenciando el abandono que sufren muchos de estos ejemplares.

Un símbolo de resistencia ante la violencia

Para Ernesto Zazueta, esta reubicación representa más que una medida de protección: es un acto simbólico de resistencia.

«Este hecho lleva consigo un mensaje doloroso: si los animales ya no pueden vivir en Culiacán, ¿quién puede hacerlo?», concluyó.

De acuerdo con cifras oficiales, el actual conflicto entre grupos del Cártel de Sinaloa ha dejado más de 1,200 muertos y alrededor de 1,400 personas desaparecidas en los últimos meses.