
Las muertes por sobredosis en Estados Unidos cayeron en 2024 a 80,391, la cifra más baja en cinco años, según datos publicados este miércoles por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El descenso representa una reducción del 27% respecto a 2023, cuando se registraron 110,035 muertes, y se atribuye en gran parte a una disminución en los fallecimientos vinculados al fentanilo, que pasaron de 76,000 a 48,422 en un solo año.
Solo dos estados —Dakota del Sur y Nevada— reportaron aumentos en los decesos.
Los CDC destacan que, pese al avance, las sobredosis siguen siendo la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 44 años, y advierten sobre la necesidad de mantener los esfuerzos de prevención y tratamiento.
La epidemia de opiáceos se remonta a la década de 1990, cuando farmacéuticas promovieron agresivamente analgésicos con receta. El fentanilo, un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, ha sido uno de los principales responsables de la crisis reciente, al mezclarse ilícitamente con otras drogas como metanfetamina y cocaína.
Estados Unidos acusa a cárteles mexicanos de fabricar fentanilo usando precursores químicos provenientes de China.
El expresidente demócrata Joe Biden, en el cargo hasta enero de 2025, impulsó políticas de reducción de daños y amplió el acceso a tratamientos, así como al uso generalizado de naloxona, un antídoto que revierte sobredosis de opioides.
No obstante, la administración actual, encabezada nuevamente por Donald Trump, se atribuye el mérito del progreso, destacando que fue bajo su primer mandato cuando se declaró la emergencia de salud pública por opioides en 2017, permitiendo inversiones clave en datos y prevención.
Según los CDC, más de un millón de estadounidenses han muerto por sobredosis en los últimos 20 años.