9 de octubre de 2025
Industria agrícola en México, menor dinamismo y mayores desafíos en financiamiento

La industria agrícola mexicana, considerada estratégica para el desarrollo económico y la seguridad alimentaria, muestra señales de moderación en su crecimiento y un incremento en la morosidad de financiamiento, de acuerdo con un análisis de Solunion México.

En 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) agrícola alcanzó un máximo histórico de 840 mil 161 millones de pesos. Sin embargo, al cierre de 2024 registró 803 mil 222 millones. El sector primario incluye cinco actividades: agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, así como servicios relacionados. Entre ellas, destacan la agricultura con 62,16% de participación en el PIB y la cría y explotación de animales con 33,07% durante el primer trimestre de 2025.

La producción de cultivos agrícolas sumó 485 mil 195 millones de pesos en 2023. Diez estados concentraron el 71,2% del valor nacional, encabezados por Sinaloa (15,4%), Jalisco (8,7%) y Sonora (8,3%). En total, México produjo 302 cultivos, aunque 20 de ellos aportaron el 76% del valor, como el maíz grano, aguacate, caña de azúcar, agave, jitomate, chile verde y limón.

Los cultivos perennes, cuyo ciclo productivo supera el año, alcanzaron en 2023 un valor de 921 mil 877 millones de pesos. El 69,1% de esta producción se concentró en 10 estados, liderados por Michoacán (12,6%), Jalisco (12,2%) y Sinaloa (8,7%).

En cuanto al financiamiento, el sector mostró un crecimiento sostenido desde 2020, con un máximo de 144 mil 100 millones de pesos en créditos en diciembre de 2024. No obstante, al primer trimestre de 2025 el saldo bajó a 138 mil 482 millones, acompañado por un alza en el índice de morosidad de 3,38% a 4,41%.

De acuerdo a lo comentado a NotiPress, estos datos evidencian la necesidad de fortalecer el acceso a créditos sostenibles y de implementar mecanismos de gestión de riesgos. Factores como la volatilidad de precios, el impacto del cambio climático y los mayores costos de producción generan presiones que afectan la competitividad del sector.

La agricultura mexicana no solo representa un motor económico para el país, también sostiene a millones de familias y garantiza el abastecimiento alimentario. De ahí la importancia de diseñar estrategias de financiamiento resiliente y de prevención de riesgos, afirma Solunion, que consoliden la estabilidad del sector en un entorno de desafíos crecientes.