15 de mayo de 2025
VATICAN-RELIGION-POPE

Fuente: AFP

Por más de un siglo, la histórica sastrería Gammarelli ha confeccionado las sotanas blancas que los nuevos papas visten al ser elegidos. Pero en este nuevo cónclave, una inesperada competencia se asoma: Raniero Mancinelli, un veterano sastre romano, busca romper la tradición.

Mancinelli, con más de 70 años de experiencia en la confección de vestimenta eclesiástica, está trabajando a contrarreloj para entregar su propio juego de sotanas, sin haber recibido encargo oficial del Vaticano. «Debo entregarlas entre hoy y mañana: las sotanas, el fajín, el solideo», declaró a AFP. “Puede que las necesiten para el nuevo papa”.

¿Fin de la exclusividad de Gammarelli?

Tradicionalmente, Gammarelli elabora tres sotanas en distintos tamaños —bajo, medio y alto— para asegurarse de que el nuevo pontífice tenga una que le quede bien al instante. Sin embargo, por primera vez, el Vaticano les pidió no hacerlas.

Lorenzo Gammarelli, actual representante de la sastrería fundada en 1798, confirmó que estaban listos para seguir con la tradición, pero que «el Vaticano ya se había ocupado de ello». Estiman que se usarán las túnicas de cónclaves anteriores.

La apuesta de Mancinelli

A pesar de no haber sido comisionado, Mancinelli confecciona su propio trío de sotanas, priorizando el ancho sobre la altura, ya que, según él, “desde el balcón no se aprecia la caída del traje”.

En su taller del Borgo Pio, a pasos del Vaticano, el sastre rememora haber vestido a siete papas, incluido el actual. Aunque nunca ha tenido el honor de vestir al pontífice en su primer saludo desde el balcón, mantiene la esperanza: “Las estoy haciendo, las estoy ofreciendo. Si usan mis cosas estaré muy feliz”.

Mientras el Vaticano guarda silencio sobre quién confeccionará la túnica del próximo papa, Mancinelli sigue recibiendo encargos de obispos, cardenales y seminaristas de todo el mundo, quienes buscan renovar sus vestimentas antes del esperado cónclave que inicia este miércoles.

Una historia de fe y costura

Originario de la región de Las Marcas, Mancinelli entró en el oficio casi por casualidad y ha convertido su taller en un santuario de fotografías y recuerdos con pontífices pasados. Entre ellos, está el papa Francisco, quien en 2013 sorprendió al mundo al ser elegido pese a no figurar entre los favoritos.

“Con tantos cardenales entrando y saliendo, es difícil recordarlos a todos”, admite Mancinelli, quien tal vez esté a punto de cerrar su carrera con un honor que ha esperado por décadas: vestir al nuevo líder de la Iglesia Católica en su primer instante como papa.