23 de junio de 2025
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Indian filmmaker and member of the jury of the 78th cannes film festival Payal Kapadia arrives on stage during the closing ceremony at the 78th edition of the Cannes Film Festival in Cannes, southern France, on May 24, 2025. (Photo by Valery HACHE / AFP)

La industria cinematográfica de India, una de las más grandes del mundo, ha sido históricamente dominada por historias androcéntricas centradas en héroes masculinos. Sin embargo, una nueva generación de mujeres cineastas está transformando el panorama de Bollywood con relatos más auténticos, diversos y profundamente humanos.

«Cada vez más mujeres están escribiendo sus historias y llevándolas al cine«, afirma la guionista y directora Reema Kagti, quien celebra este cambio como una oportunidad para mostrar personajes femeninos complejos, reales y dueños de su propia narrativa.

India, el país más poblado del mundo, produce entre 1,800 y 2,000 películas al año en más de 20 idiomas. De ese total, Bollywood, la industria de habla hindi, representa más de 300 producciones anuales, pero durante décadas, las mujeres fueron encasilladas en papeles secundarios: amas de casa sumisas o madres bajo presión social.

Un estudio de 2023 del Instituto Tata de Ciencias Sociales (TISS) reveló que los personajes femeninos en los filmes más taquilleros de India suelen ser románticos, de piel clara, delgadas y con poco tiempo en pantalla.

Pero esta tendencia está cambiando. Producciones dirigidas por mujeres están siendo reconocidas tanto a nivel internacional como local. Ejemplo de ello es La luz que imaginamos, una película en idioma malabari que narra la historia de dos enfermeras que forjan una amistad intergeneracional. Esta cinta se convirtió en la primera producción india en ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.

Su directora, Payal Kapadia, explicó que su objetivo fue romper con los retratos estereotipados de la mujer india: «Quise mostrar mujeres auténticas, que sean fieles a sí mismas, lejos de los estándares irreales impuestos por la sociedad».

En la misma línea se encuentra Lost ladies, la película que representó a India en los Óscar 2024. Esta comedia de la directora Kiran Rao desafía los conceptos tradicionales del matrimonio y la feminidad, apostando por una mirada crítica y humorística sobre los roles de género.

El auge de historias más inclusivas

Además de los premios, estas películas están atrayendo al público general. «Las mujeres siguen enfrentando obstáculos para contar historias desde su mirada», señala la actriz y productora Dia Mirza. «Pero la creciente presencia de mujeres en roles clave dentro del cine está abriendo camino a narrativas más inclusivas«.

Un ejemplo claro es Mrs., una cinta estrenada en febrero que explora el trabajo invisible de una ama de casa recién casada. Sus deseos reprimidos y la presión social resuenan con la vida cotidiana de muchas mujeres en India. «En redes sociales, muchas comparten que esa historia refleja su propia realidad», comenta la socióloga Lakshmi Lingam, de Bombay.

El camino sigue siendo difícil

Pese a los avances, los desafíos persisten. Según un informe de Ormax Media y Film Companion Studios, en 2024 solo el 15% de las producciones indias contaron con mujeres en puestos clave de producción, una leve mejora frente al 10% del año anterior.

La actriz y directora Konkona Sen Sharma, considerada un ícono del cine feminista en India, advierte que «todavía no hay suficientes mujeres en posiciones de poder».

Por su parte, Lingam señala que las películas más exitosas comercialmente siguen mostrando tramas misóginas y están enfocadas en un público masculino. «Muchas veces, incluso cuando las guionistas proponen ideas innovadoras, las productoras las rechazan o modifican al punto que la protagonista se convierte en un héroe masculino, por cuestiones comerciales», lamenta.

Una transformación en marcha

El cine indio vive una transformación silenciosa pero poderosa. Las mujeres están reclamando su espacio detrás y delante de las cámaras, desafiando estereotipos y dando voz a realidades hasta ahora ignoradas. A medida que estas historias encuentran eco en el público y en los festivales internacionales, el futuro del cine en India parece cada vez más diverso, auténtico y femenino.