
Un estudio realizado por la Universidad de East Anglia (UEA) ha revelado que ofrecer recompensas económicas a las personas que intentan dejar de fumar puede ser altamente eficaz, no solo para aumentar las tasas de éxito a corto plazo, sino también para mantener la abstinencia a largo plazo, incluso después de que los incentivos hayan sido retirados. Esta investigación, que evaluó 48 estudios con la participación de más de 21,900 personas, encontró que los incentivos financieros como dinero en efectivo, vales o la devolución de depósitos, aumentaron considerablemente las probabilidades de dejar de fumar.
Impacto a Largo Plazo de los Incentivos Económicos
El análisis mostró que 10 de cada 100 personas que recibieron incentivos lograron dejar de fumar durante al menos seis meses, en comparación con 7 de cada 100 en los grupos de control, quienes no recibieron recompensas. Este hallazgo demuestra que los incentivos tienen un impacto positivo duradero incluso después de finalizar los programas de recompensas.
Eficacia en Mujeres Embarazadas
El estudio también destacó el mayor impacto de los incentivos económicos en mujeres embarazadas. En este grupo, 13 de cada 100 mujeres que recibieron incentivos dejaron de fumar durante al menos seis meses, frente a 6 de cada 100 en el grupo que no recibió recompensas. Según la profesora Linda Bauld, coautora del estudio, estos resultados subrayan la importancia de continuar con los programas nacionales de incentivos en países como Inglaterra, dado que fumar durante el embarazo es una de las principales causas de malos resultados en el parto, como mortinatos y abortos espontáneos.
Diversidad en los Esquemas de Recompensa
Aunque los estudios variaron en cuanto al monto de las recompensas, que iban desde menos de 100 hasta más de 700 dólares, los resultados mostraron que no existió una diferencia significativa en la efectividad de los programas según el monto de la recompensa. Esto sugiere que lo importante no es tanto la cantidad, sino el hecho de ofrecer una motivación económica para dejar de fumar.
El coautor Jamie Hartmann-Boyce de la Universidad de Massachusetts Amherst, indicó que durante el embarazo, muchas personas son más cautelosas respecto al uso de intervenciones farmacológicas, lo que hace que los incentivos económicos sean una alternativa efectiva. Hartmann-Boyce destacó que los incentivos pueden influir en los sistemas de recompensa psicológica del cerebro, reforzando el comportamiento de dejar de fumar.
Recomendaciones y Futuras Líneas de Investigación
El estudio concluyó que es necesario realizar más investigaciones en países de ingresos bajos y medios, donde el tabaquismo sigue siendo un problema grave de salud pública. Además, sugirió que los programas de incentivos podrían ser una estrategia valiosa en contextos donde los recursos para tratamientos farmacológicos son limitados.
En resumen, el uso de recompensas económicas ha demostrado ser una estrategia eficaz y sostenible para ayudar a las personas a dejar de fumar, con un impacto particularmente positivo en mujeres embarazadas, ofreciendo un modelo de intervención que puede ser adaptado a diversas culturas y contextos económicos.