
Fuente: AFP
El mundo católico recibió este jueves una señal histórica y cargada de simbolismo: una columna de humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando que los cardenales reunidos en cónclave han elegido al nuevo Papa, sucesor del pontífice emérito Francisco, quien abdicó semanas atrás por motivos de salud.
La señal fue emitida alrededor de las 18:00 horas (tiempo local), después de dos días de deliberaciones a puerta cerrada entre 133 cardenales electores provenientes de todos los continentes. La elección se habría concretado en la cuarta o quinta votación, lo que refleja un consenso relativamente rápido para los estándares históricos del cónclave.
Expectativa global
Tras la tradicional señal, los ojos del mundo se dirigen ahora al balcón central de la Basílica de San Pedro, desde donde el cardenal protodiácono anunciará con las emblemáticas palabras en latín: «Habemus Papam», seguidas del nombre del nuevo pontífice.
El elegido aparecerá poco después ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, así como ante millones de fieles conectados desde todos los rincones del planeta a través de medios de comunicación y plataformas digitales. Este será el 267º Papa en la historia de la Iglesia católica, y asumirá el liderazgo espiritual de más de 1,400 millones de católicos en todo el mundo.
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Una elección con profundas implicaciones
El nuevo Papa no solo tendrá la misión de continuar con las reformas y el legado pastoral de Francisco —especialmente en temas como la sinodalidad, la ecología y la inclusión—, sino también enfrentar desafíos globales como la secularización, las tensiones geopolíticas, las crisis migratorias y los problemas internos de la Iglesia, incluyendo la transparencia y la lucha contra los abusos.
Aunque el nombre del nuevo pontífice aún no ha sido revelado, las expectativas crecen ante la posibilidad de una figura que represente una renovación espiritual y política dentro del Vaticano, y que responda a las demandas de una Iglesia que busca mantener su relevancia en el siglo XXI.